Ariel Burkman, deportivamente conocido como “el colo”, es uno de los mejores futbolistas que ha dado este equipo. La figura. El mimado del equipo. Autor de espectaculares goles que convocaron aplausos y elogios para el crack azulgrana. Tal vez el jugador que queda grabado a fuego en aquellas mentes que lo ven en contacto con la redonda. Y al influjo de sus goles y gambetas espectaculares creció la popularidad de Indio Bob y del fútbol amateur.
Su modo esencial de tratar el balón viene de días enteros de potrero neuquino, lugar donde mamó sus aptitudes futboleras y sus mañas entrañables.
Gracias a la espectacularidad de la mayoría de sus goles, convertidos con remates de una inusitada exquisitez, lo hacen un jugador dotado de una habilidad suprema.
Su expulsión a mitad de campeonato por un acto inmoral del Tribunal de Disciplina, dejó al equipo disminuido, desorientado y sin capacidad para encontrar el fútbol.
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